Sobre 'pilota', 'portavoza', 'miembra' y otros femeninos

(...) Appendix Probi, un texto normativo del siglo IV en el que se condenaban la forma de pronunciar y de escribir más de 250 palabras en el latín hablado porque se apartaban de la norma del latín clásico: "mensa non mesa", "tabula non tabla", corregía. El éxito de tales anatemas fue nulo: casi la totalidad de las formas repudiadas triunfaron en las lenguas romances. El resultado del análisis coincide siempre con la tesis de Horacio en el Arte poética: la palabras perecen o reviven "si el uso lo quiere" ("si uolet usus"). El pueblo es el dueño del idioma.

Um artigo de Salvador Gutierrez Ordoñez en "El Mundo"  

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